06/04/2025
En el mundo del cannabis medicinal, la forma en que se extraen los compuestos activos de la planta es tan importante como la planta misma. En el Dispensario Jungle Bros, buscamos entregar siempre información clara y basada en evidencia para que nuestros usuarios comprendan los procesos que dan vida a sus artículos favoritos. Hoy hablamos sobre dos métodos clave de extracción: con solventes y sin solventes, conocidos en la industria como "solvent-based y solventless".
Para entender mejor esta comparación, pensemos en la minería del oro. Así como algunos buscadores de oro comienzan con una simple batea en el río, muchos extractores de cannabis también inician con métodos sin solventes como el rosin, el kief o el hash. Estas técnicas son más accesibles, requieren poca tecnología, y tienen un aire artesanal que las hace atractivas para pequeños productores o consumidores más tradicionales.
Los métodos solventless no utilizan químicos. Rosin se obtiene aplicando calor y presión, mientras que el kief o hash se obtiene mediante agitación o tamizado en seco. Aunque son naturales y simples, tienen limitaciones: sus rendimientos son bajos (a menudo bajo el 40%) y muchos compuestos valiosos, como los terpenos, se pierden durante el proceso. Es decir, extraen menos del “valor total” de la planta.
Los métodos con solventes, como los que utilizan etanol, CO₂ o hidrocarburos como butano, permiten una extracción más eficiente. Estas técnicas industriales pueden extraer más del 90% de los cannabinoides y una buena parte de los terpenos, dependiendo del método. Además, cumplen con normativas de calidad más estrictas, como los estándares GMP (Good Manufacturing Practices), clave para un futuro donde el cannabis sea completamente regulado como medicina.
Sin embargo, no todos los métodos con solventes son iguales. Por ejemplo, el etanol y el CO₂ tienden a destruir la mayor parte de los terpenos –los compuestos que dan sabor, aroma y propiedades terapéuticas únicas a cada variedad. Esto es comparable a minar solo el cobre, dejando el oro atrás. En este caso, el “oro” serían los terpenos, mucho más valiosos gramo a gramo que el propio THC.
Los hidrocarburos ligeros, como el butano, destacan porque permiten extraer tanto cannabinoides como terpenos con alta eficiencia y sin destruirlos. Esta técnica es la base de productos como el famoso BHO Live Resin, que según muchos consumidores, ofrece el mejor sabor y efecto de todos los concentrados.
Entonces, ¿por qué muchos aún eligen métodos sin solventes? Principalmente por costos de entrada y por la percepción de seguridad. Pero la realidad es que los productos solventless no siempre cumplen con los estándares de pureza que exigen las regulaciones modernas, y pueden incluso presentar riesgos sanitarios si no se manejan con cuidado, especialmente en temas como la presencia de moho.
En resumen, mientras que los métodos sin solventes tienen un lugar especial en producciones artesanales y de bajo volumen, los métodos con solventes –especialmente los que preservan terpenos como el BHO– son la única opción viable para extracción a escala, con eficiencia, sabor y cumplimiento normativo.
En el Dispensario Jungle Bros, valoramos las buenas prácticas de extracción y creemos en un futuro del cannabis medicinal que combine tradición con ciencia, pureza con potencia, y sobre todo, respeto por el valor completo de esta planta maravillosa.
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